25 de septiembre de 2001

Papanatas

   Ayer leía en los diarios que el Papa estaba de visita en un país de nombre largo, al ladito nomás de Afganistán. Y no pude evitar pensar en algo, que para muchos será una muestra más de mi ingenuidad y/o boludez.

   Esto pensé: ¿qué corno pasaría si el Papa agarrara su Papamóvil y se instalara hoy, ahora, en Kabul? ¿No sería una manera sencilla, pero efectiva, de frenar la masacre que está por desatar el "Súper Agente 86"? Masacre que, como todos sabemos, tiene un único beneficiario: la industria bélica.

   Ya sé, ya sé, soy un papanatas, creo en los Reyes Magos. Pero... ¿qué fácil sería, no? Digo, si en vez de hablar tanto al pedo acerca de "hermanos, tenemos que lograr la paz", un personaje de importancia mundial como este, líder espiritual de millones de personas, dejara a un lado el chamuyo, y tuviera un gesto concreto que evitara la guerra, antes de que empiecen a llenar las bolsas negras con cadáveres y a organizar misas por todos los que van a morir...