Al ver este cartel que adosó a su Fitito un ocurrente vecino de Villa Crespo, no pude evitar relacionarlo con Mafalda.
En estos tiempos, pensé, ella no habría dudado en aplicar un eufemismo similar a su baqueteado globo terráqueo.
El mundo, me parece, está haciendo con nosotros lo mismo que un perro cuando sale del agua. Un par de sacudidas más, y lo conseguirá: se habrá sacado, al fin, de encima a la tan nefasta especie humana.